Es aquí cuando la noche pierde el sentido,
cuando resuenan las palabras, vacías.
El sexo se vuelve un arma y no un medio.
Arma de doble filo que atañe en contra del sentido común, el sexo
las palabras.
Y en mis sueños deseaba que te marchases,
a cual insomnio crónico,
sin embargo añoré
no ser el blanco
donde eyaculabas tus caprichos.
dispara.
viernes, 24 de abril de 2009
jueves, 2 de abril de 2009
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