jueves, 2 de septiembre de 2010

Son las 05:33 en mi reloj, las 05:36 en el de todos los demás.
Ahora mismo estoy sentado frente a una ventana,
que a pesar de la oscuridad alcanzo a ver unas sillas de mi alrededor, vacías.
He vuelto a recordar la soledad.
La razón y la tristeza nunca llegarán a llevarse bien.

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