martes, 31 de agosto de 2010

Por todas las voces rotas
que gritan tu ausencia.

No soporto las despedidas,
las noches en vela.

Sólo quiero ir de la mano de la inocencia,
y que el azar o el destino no me la metan doblada.

Por mi voz rota de orgasmos a deshoras,
de llantos y desconsuelos insulsos,
en tu partida.

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